Imagina una puerta que no se abre hacia adentro o afuera, sino que se desliza a un lado. ¡Esa es una puerta corrediza! Y ahora imagina que esa puerta está hecha de MDF, un material resistente y bonito. ¡Esa es una puerta corrediza con paneles de MDF!
Con este tipo de puerta, no solo ahorras espacio, ya que no necesitas dejar espacio para que se abra, sino que también tienes una puerta muy fuerte y que se ve muy bien. ¡Es como tener dos cosas en una!
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