Imagina un árbol grande y fuerte. Ese árbol se corta y se convierte en tablones de madera. Luego, esos tablones se cortan y se pegan para hacer las partes del mueble, como las patas, el respaldo y los asientos. Después, las partes se unen con tornillos, clavos o pegamento para formar el mueble completo.
Para que el mueble sea bonito y resistente, se le aplica pintura, barniz o laca. Y ¡listo! El árbol ya se ha transformado en un mueble que podemos usar en nuestra casa.
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