Imaginate que te dan un pedazo de madera fina, como una lámina, y la miras con un microscopio, una herramienta que te permite ver cosas muy pequeñas. Pues, esa lámina no es una sola pieza de madera, ¡es como un rompecabezas! Está hecha de muchas capas delgadas de madera pegadas unas a otras, pero con las fibras de cada capa apuntando en direcciones diferentes.
Esto es lo que hace que el contrachapado sea fuerte y resistente, como un muro que no se derrumba fácilmente. Las fibras de madera que van en diferentes direcciones se mantienen juntas, como si fueran un grupo de personas jalando hacia lados opuestos. ¡Es como tener muchos brazos fuertes sosteniendo la madera para que no se rompa!
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