Si quieres quitar los frisos de MDF de tu casa, hay que tener cuidado. Los frisos de MDF son livianos y fáciles de trabajar, pero también son frágiles. Si no tienes cuidado, puedes romperlos o dañar las paredes.
Primero, necesitas un destornillador para quitar los tornillos que sujetan los frisos. Luego, puedes usar una espátula o un cuchillo para hacer palanca y soltar los frisos de la pared. Ten cuidado de no rayar la pared al quitar los frisos. Una vez que hayas quitado los frisos, puedes limpiar la pared y volver a pintar.
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